martes, 3 de abril de 2012

La sonrisa viva

Los ojos más azules que he visto, con expresión triste y apagada hasta que abrió la boca y empezó a hablar:
            Nacido en Buenos Aires e hijo de inmigrantes napolitanos vivió en un barrio de clase media baja. Pese a los problemas, mantenía una actitud llena de vida y energía, así imitando un día a un profesor, éste lo llevó al grupo de teatro del barrio, de ahí lo fueron conociendo en otros grupos y consiguió a los 12 años hacerse famoso en el gremio. Entre trabajos de albañilería ocasionales y pintura, consiguió formar una compañía: "el Teatro Nuevo". Poco a poco y sin parar de trabajar, lo fueron conociendo en todo el país y su fama lo llevó al cine y la televisión.
            Por 1975 vino a España para presentar una película en el Festival de Cine de San Sebastián. Un acto normal si no llega a ser por la amenaza de asesinato que recibió de la Triple A, y que le obligó a quedarse en nuestro país y a traer a su mujer y sus hijos Ernesto y Malena por el peligro que les amenazaba en Argentina. Intentó volver cuando acabó el Peronismo, pero fue peor el remedio que la enfermedad, y Videla causó el terror en el país, por lo que España se convirtió en su hogar por muchos años.
          Años después consiguió volver, cuando ya había conseguido trabajar en cine, en teatro y ser un actor reconocido en todo el mundo.
          Hoy, a sus 82 años, Héctor Alterio continúa en el escenario e interpreta al personaje de Bruno en La sonrisa etrusca. El actor lleva el peso de la experiencia pero sigue manteniendo el sentido del humor y la espontaneidad de su juventud, y si le preguntas qué personaje le queda por interpretar, no duda en contestar: BATMAN!

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