He tenido el blog abandonado por unos meses, pero ya estoy aquí para comentar un buen puñadico de lecturas.
La primera de ellas va a ser El club de los poetas muertos de N.H. Kleinbaum y que la mayoría de vosotros conoceréis por la película. En esta novela aparecen una serie de personajes masculinos jóvenes que asisten a un colegio de enseñanza privada al que llega un nuevo profesor que les inculcará el espíritu romántico para luchar y perseguir sus sueños. Estas ideas contrastarán con las convenciones de la sociedad, reflejadas en la familia y el entorno de los adolescentes.
Es innegable la astucia del autor para crear los personajes y poner rostros a los jóvenes que han ido actuando según su entorno social y lo que se espera de ellos. A partir de la llegada del profesor y de la movilización de los estudiantes, se irán desarrollando situaciones de incomprensión, pues cada personaje vivirá su propio conflicto y buscará las soluciones para salir de él.
Por otro lado, es interesante atender a las consecuencias que tienen lugar por las distintas conductas, pues no son siempre positivas, y Kleinbaum no se deja llevar por los finales fáciles y felices. La libertad acarrea la incomprensión, y en ocasiones, puede desembocar en la impotencia y los finales más amargos.
La novela es un canto a la libertad, a la necesidad de romper los moldes establecidos y a la lucha contra los condicionamientos que impone la sociedad.